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Cuando una persona fallece sin dejar testamento, surge la necesidad de establecer cómo se repartirá su patrimonio. Esta situación, conocida como herencia abintestato, genera dudas entre los familiares, sobre quiénes son los herederos legítimos y cómo se divide la herencia. En este artículo, abordaremos los aspectos clave de la herencia sin testamento, el reparto entre viuda e hijos, y el orden de prelación que establece la ley.
El término “abintestato” se refiere al proceso que se lleva a cabo cuando una persona fallece sin haber redactado un testamento válido. En estos casos, es la ley la que determina quiénes son los herederos y cómo debe repartirse el patrimonio. Este procedimiento está regulado por el Código Civil y otras normativas autonómicas en España.
La declaración de herederos abintestato es el primer paso en este proceso. Para ello, los familiares deben solicitar la declaración ante un notario (en el caso de ascendientes, descendientes o cónyuge) o mediante un procedimiento judicial si no existen familiares cercanos. Este documento es imprescindible para que los herederos puedan aceptar y distribuir los bienes del fallecido.
El reparto de la herencia sin testamento sigue un orden estricto establecido por la ley, dando prioridad a los familiares más cercanos. En este contexto, viuda e hijos suelen ser los principales beneficiarios. Sin embargo, es fundamental entender que el reparto no es automático, sino que depende de varios factores:
Es importante contar con asesoramiento especializado durante este proceso, especialmente para evitar conflictos familiares y asegurar un reparto justo. Además, contratar un seguro como Aegon Completo Vida puede garantizar el bienestar económico de los familiares tras una pérdida.
Cuando no existe testamento, la ley establece un orden de prelación de herederos basado en la proximidad familiar. Este orden es el siguiente:
La viuda o viudo tiene derechos específicos en la herencia sin testamento, aunque estos varían según las circunstancias:
Sin embargo, para proteger aún más a la pareja, es recomendable contar con un seguro de vida como Aegon Contigo, que asegura la tranquilidad económica del cónyuge en caso de fallecimiento.
En una herencia sin testamento, los hijos tienen prioridad como herederos legítimos. Esto significa que el patrimonio del fallecido se divide en partes iguales entre ellos. Si uno de los hijos ha fallecido previamente, su parte se reparte entre sus descendientes directos.
La herencia sin testamento puede generar incertidumbre y conflictos si no se conoce el procedimiento correcto. Entender el concepto de abintestato, qué es y cómo se realiza el reparto entre viuda e hijos, es clave para evitar disputas y garantizar una distribución justa.
Para proteger a tus seres queridos y prevenir problemas futuros, redactar un testamento es una medida preventiva esencial. Además, contar con seguros de vida, como los ofrecidos por Aegon Completo Vida, asegura la estabilidad económica de tu familia en momentos difíciles. Organizar el patrimonio y conocer tus derechos es fundamental para afrontar el futuro con tranquilidad.
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